La educación en Castilla y León

 

En la entrada de hoy, voy a tratar el tema de la educación en Castilla y León. Para ello, he analizado dos artículos del periódico “El Norte de Castilla”. Uno de los artículos muestra los datos recogidos del curso escolar 2017/18 así como de las medidas que el consejero de Educación, Fernando Rey, anuncia para el nuevo curso 2018/19. El segundo artículo resume las principales ideas de la tesis doctoral “Desigualdades regionales y cohesión del sistema educativo” elaborada por Jaime Foces Gil.

Actualmente el sistema educativo de Castilla y León es uno de los mejores de España e incluso de Europa. Esta afirmación se basa en los resultados obtenidos del informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA). Los datos son comparables con países que encabezan el ranking en cuanto educación, como Finlandia.

La desigualdad entre comunidades es más que evidente. Como comentaba en una entrada anterior, es fundamental que exista un currículo común para todas las comunidades autónomas, de forma que se garantice la calidad de forma igualitaria en todas las etapas. Un claro ejemplo es el diferente nivel de los exámenes de la EBAU de Castilla y León con respecto al resto de España, lo que es injusto para nosotros y perjudicial para el resto.

No obstante, el sistema educativo castellanoleonés también tiene sus fallos. A continuación, voy a analizar sus puntos débiles y sus puntos fuertes.

PUNTOS DÉBILES

-          Educación en las zonas rurales. Uno de los principales problemas es la famosa “España vaciada” la cual se caracteriza por la escasez de población y de servicios. Esta se refleja en el tema de la educación con las rutas de los autobuses. Se están eliminando muchas rutas. En mi pueblo, los gastos de una de ellas los paga en su totalidad el ayuntamiento para evitar su eliminación y así, la disminución de alumnos que podría derivar en el cierre del centro.

-          Fracaso escolar. Además de las razones personales de ciertos alumnos, en ocasiones es debido a la exigencia del currículo. La solución no es cambiar el currículo, sino incentivar a estos alumnos para que sigan sus estudios. Este problema choca con los datos del informe PISA, ya que el Índice de Desarrollo Educativo afirma que tenemos equidad, rendimiento y calidad. Una de las razones que da Jaime Foces es el hecho de que “las madres no tengan estudios más allá de los primarios y un poco secundarios”. Considerando que la calidad y nivel de vida de estas personas es inferior al de la mayoría de la gente con el título de la ESO, creo que serviría de incentivo para estudiar y poder tener un futuro mejor.

-          Becas. Como explicaba en una entrada anterior, en los últimos años ha aumentado el número de alumnos becados y ha disminuido la cuantía. Jaime Foces dice que muchos estudiantes reciben este tipo de ayudas sin necesitarlas. Estoy de acuerdo totalmente, y es que es algo que veo cada año y no logro comprender. Se debería revisar en profundidad quién recibe las becas.

 

 

PUNTOS FUERTES

-          El nivel en asignaturas como matemáticas es comparable con países como Suecia o Reino Unido. También los resultados de ciencias son muy buenos, hasta el punto de poder compararse con los de Países Bajos o Alemania. Esto se debe al compromiso de la Junta de “no dejar a nadie atrás”. Estoy de acuerdo con Fernando Rey, quien afirmaba en 2017 que “la razón es la justicia, pero también la inteligencia”.

-           Programas de bilingüismo. Este tipo de programas se está implantando en numerosos centros, tanto urbanos como rurales. Se trata de algo fundamental, que traerá buenos resultados a los alumnos y su futuro tanto personal como laboral.

-          Plan Global de Mejora de Resultados. Conocer el nivel de los alumnos es algo clave, ya que permite actuar para mejorar y potenciar sus destrezas. Este plan de Castilla y León permite llevar a cabo esta tarea a partir de los resultados del informe PISA.

-          Inclusión social del alumnado de etnia gitana o familias socialmente vulnerables. Existen programas de apoyo hacia estas personas, así como orientadores. Además, a lo largo de todas las etapas, todos los alumnos participan en actividades de sensibilización educativa para fomentar la convivencia respetuosa.

Después de este balance a la educación en Castilla y León, se puede ver como nuestro modelo educativo está bien diseñado y, por tanto, se justifican los buenos resultados. Hay aspectos que tienen que mejorar, pero no dudo que se harán y seguiremos formando a personas muy capacitadas para lo que quieran ser a la vez que respetuosas con el mundo que les rodea.

 

¿Os gusta el sistema educativo de Castilla y León? Nos vemos en comentarios o en la siguiente entrada.

 

¡Hasta pronto!

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